"Memento homo quia a pulvis es, et in pulverem reverteri".......... Recuerda hombre que polvo eres y en polvo te convertirás.
Hoy, miércoles 18 de febrero, es Miércoles de Ceniza. Una nueva Cuaresma llama a nuestras puertas. Un nuevo tiempo para vivir y preparar la conmemoración de los sagrados misterios de la Pasión, Muerte y sobre todo la Resurrección del Hijo de Dios. Un tiempo que nos conduce, tras las sombras, hacia la luz cegadora de la Pascua cando, Jesús, salga triunfante del sepulcro y haga realidad el mensaje de la Vida Nueva.
Es por tanto un tiempo nuevo, pero a la vez viejo. Un tiempo diferente donde tenemos la obligación de vivir, los cristianos, con una visión interior de nuestro "yo" antes que fijar conductas hacia los demás.
Momentos para vivir interiormente meditando cada paso que damos en ese caminar hacia el gozo de la Pascua.
De entre
las distintas prácticas cuaresmales que nos propone la Iglesia , Ia vivencia de Ia
caridad ocupa un lugar especial. Así nos lo recuerda San León Magno: "Estos
días cuaresmales nos invitan de manera apremiante al ejercicio de Ia caridad;
si deseamos Ilegar a la Pascua
santificados en nuestro ser, debemos poner un interés especialisimo en la
adquisición de esta virtud, que contiene en si a las demás y cubre multitud de
pecados"
La
mortificación y la renuncia en las circunstancias ordinarias de nuestra vida,
también constituyen un medio concreto para vivir el espíritu de la Cuaresma.
Jesús
renunció a todo para encontrarse con el Espíritu del Padre en aquellos cuarenta días de penitencia en el Desierto donde, incluso, recibió las tentaciones del
Maligno para minar su extraordinaria fe en el mismo Dios. No se trata tanto de
crear ocasiones extraordinarias, sino más bien, de saber ofrecer aquellas
circunstancias cotidianas que nos son molestas, de aceptar con humildad, gozo y
alegría, los distintos contratiempos que se nos presentan a diario.
De la misma
manera, el saber renunciar a ciertas cosas legítimas nos ayuda a vivir el
desapego y desprendimiento.
Saber llevar la "cruz" como él mismo la llevo en la Vía Dolorosa. Aceptar los "latigazos" de los hombres pues, El, el mas justo entre los justos fue castigado injustamente y azotado para escarnio público.
Pero, ante
todo, la vida de Oración es condición indispensable para el encuentro con Dios.
En la oración, si el creyente ingresa en el diálogo íntimo con Jesús, deja
que la gracia divina penetre en su corazón y, a semejanza de María, se abre la
oración del Espíritu cooperando a ella con su respuesta libre y generosa.
Asimismo,
también debemos intensificar la escucha y la meditación atenta a la Palabra de Dios, la
asistencia frecuente al Sacramento de la Reconciliación y la Eucaristía. Ese
hermosísimo legado que, Jesús, nos dejó en la última cena: “Haced esto en conmemoración mía”
Cristo sale a nuestro encuentro por el callejero pasionario de todos los rincones de esta vieja España. Y lo hace para que nosotros sepamos, también, buscarle y salir a su encuentro.
No nos quedemos en la túnica penitencial, ni en la procesión, el quinario o el triduo luciendo la medalla de la Cofradía o la Hermandad.
Todo eso estará vacío si, por el contrario, nos paramos únicamente en lo externo y no sentimos en lo mas profundo del alma el verdadero significado de la Cuaresma.
Para mi, os lo confieso, será una Cuaresma distinta y diferente. Nada que ver con las pasadas. Desde 1982, que se dice pronto, he tenido en mis manos gracias a Dios un micrófono donde poder potenciar, con mis torpes palabras, la Cuaresma y la Semana Santa. Hablar de nuestras Hermandades y Cofradías no solo en Murcia sino también en mi amada Málaga.
Hoy por un capricho de los hombres, arbitrario e incomprensible capricho que me hizo caer en la humillación, me veo apartado de ese menester pero entiendo que si Dios lo ha querido así por algo será y acepto mi Cruz, con toda humildad.
Lo que tenga El previsto para mí solo El lo sabe.
Precisamente, hoy, en el Evangelio de san Marcos nos encontramos un hermoso mensaje de Jesús: "Que no se entere tu mano izquierda de lo que hace la derecha".
Así debe ser. Vivir la Cuaresma haciendo el bien pero sin alardear de lo que hayamos hecho. Pasando por la vida ayudando a nuestros hermanos pero sin "conectar el altavoz" para que todo el mundo lo sepa.
Revestirnos de humildad como el mejor "ropaje" que podamos utilizar de ahora en adelante.
Hago
mías, en este comentario, las palabras de Juan Pablo II, nuestro llorado
pontífice, que en Cuaresma de hace unos años nos dejó dicho lo siguiente:
“Queridos Hermanos y Hermanas, durante la Cuaresma , ayudados por la Palabra de Dios, meditemos
cuán importante es que cada comunidad acompañe con comprensión y con cariño a
aquellos hermanos y hermanas que mas lo necesiten.
Además, todos debemos
acostumbrarnos a pensar con confianza en el misterio de la muerte para el encuentro definitivo con Jesús triunfante y Resucitado.
María, nuestra guía en el itinerario cuaresmal,
conduzca a todos los creyentes a un conocimiento cada vez más profundo de
Cristo muerto y resucitado, razón última de nuestra existencia”
Feliz y venturosa Cuaresma para que nos sirva de preparación para vivir con alegría la mañana luminosa de la Pascua cuando Cristo salga victorioso del Sepulcro.
Seguiremos informando porque..................... SOMOS COFRADES
Nuestro Correo................................................. cavernera2012@gmail.com
Que para tí, aún en ese escarnio al que has sido injustamente sometido apartándote de una de esas cosas que supongo que más querías, también este tiempo sea venturoso, provechoso y feliz.
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